Desde su creación por el Ministerio de Cultura en 1982, las comunidades rurales y las pequeñas, medianas o grandes ciudades de Francia han invertido en hacer del 21 de junio un momento privilegiado, expresión de la vida musical en su conjunto y reflejo de su dinamismo sonoro.
Los conciertos gratuitos, el apoyo de la SACEM, los medios de comunicación, el apoyo de las autoridades locales y el creciente apoyo de la población, han hecho que, en pocos años, la Fête de la Musique se haya convertido en uno de los mayores eventos culturales franceses.
La energía de todos los «voluntarios» que se movilizan trae a este día excepcional su parte fundamental de espontaneidad y su apariencia de gozosa transgresión.
Desde 1982, se han movilizado múltiples redes: las grandes federaciones de aficionados y sus relevos, ya sea “la Confederación Musical de Francia” para bandas de viento, armonías y la práctica de aficionados o “A Coeur Joie” para coros. Equipamientos socioculturales y asociaciones locales que ayuden a revelar nuevas expresiones musicales. Escenarios de música contemporánea, filiales Printemps de Bourges, escuelas de música, conservatorios, instituciones musicales, asociaciones, museos, hospitales, municipios, emisoras de radio, televisiones, salas de conciertos, cafés de música, empresas públicas o privadas mediante la organización de sus propios conciertos.